sábado, 20 de agosto de 2011

El Sapo que eligió no ser Príncipe

Situado en un remoto país de ilusiones,
la historia escrita hasta el momento comenzó a disgustar;
había enredádose tanto en la trama su autor,
que no sólo había perdido la audiencia, sino también su razón de ser..
Los críticos la coronaron con apenas 1/4 de estrella (de puros piadosos),
clasificado de ordinarios a sus personajes, carente de imaginación,
precaria su presencia de moralejas, falto de magia y ensueño...
y decepcionado con el bajo presupuesto de la obra,
guardó sus protestos en los bolsillos rotos de su pantalón,
bastando una negación para que su elenco pase de nuevo a formar parte del índice de desempleo..
Y avizoró entonces tan sólo el avant-première de sus sueños rotos,
porque Felices por Siempre era un lugar reservado sólo para príncipes y princesas de elite.

viernes, 19 de agosto de 2011

Castillos de naipes nunca más

Mi composición química obedece a la noche y el día,
la luna me recuerda mis peores temores, con un dejo de burla en su voz...
y yo, cobarde, buscando en el horizonte distraerme con las líneas y matices que dibujan los últimos delirios de sol...
y en un intento de evasión del anunciado Big Bang cerebral,
¡qué difícil se hace naufragar en mi balsa de cemento!
con tamañas extensiones de laguna, cuasi-oceánica en mi insignificancia universal
son tan débiles mis remos de ilusión
que en un naufragio tan profundo,
encontrar orillas es tan solo un espejismo,
divina dosis de mentira momentánea
que primero endulza, y luego te da una cachetada,
te nubla el cielo, y se ríe a carcajadas...